#30 Cinco consejos prácticos para comunicar mejor


Dime y lo olvido. Enséñame y lo recuerdo. Involúcrame y lo aprendo.

Benjamin Franklin 

En las organizaciones hablamos constantemente de transformación, de derechos, de justicia social, etc. Tenemos un propósito claro, proyectos potentes y un gran potencial humano. Pero, ¿estamos sabiendo contarlo? ¿Logramos conectar con las personas más allá de nuestras propias redes o seguimos comunicando hacia dentro, como si todo el mundo conociera nuestro lenguaje, nuestro contexto y nuestra urgencia?

La comunicación, sin una buena estrategia, no funciona. Trazar una estrategia es lo que nos permite que lo que hacemos tenga recorrido, se entienda, se replique o reciba apoyos. Y, sin embargo, es uno de los frentes que más descuidamos por falta de tiempo, de recursos o, simplemente, porque no sabemos por dónde empezar.

La comunicación mejora cuando dedicamos tiempo a entender cómo funciona, a entrenarla, a hacerla más clara, más estratégica y más empática.

Por eso, en este artículo te compartimos cinco metodologías que te harán ver más allá del simple "qué voy a publicar hoy". 

1. Empieza por mapear tu mensaje

Una de las preguntas más útiles antes de comunicar algo es:
👉 ¿Qué quiero que la otra persona piense, sienta o haga después de esto?

Responder a esa pregunta te obliga a definir tu objetivo comunicativo, algo que muchas veces obviamos por anteponer el pensamiento de "tenemos que publicar mucho en nuestras redes" (¿Seguro?, ¿Para qué, exactamente?).

Para ayudarte, puedes apoyarte en tres claves sencillas:

  • Qué quiero decir.

  • A quién se lo digo.

  • Qué quiero que pase después.

Parece simple, pero no lo es tanto. Tenerlo claro te ayuda a no dispersarte, a evitar el “ruido” y a elegir el canal y tono adecuados.

2. Menos hablar, más entender

Escuchar activamente a tu comunidad implica observar con atención lo que está ocurriendo fuera de tu organización: qué conversaciones se están dando, qué necesidades tienen tus públicos, qué temas generan interés, incomodidad o entusiasmo.

En redes sociales, por ejemplo, escuchar no es solo leer los comentarios. Es detectar patrones, recoger preguntas frecuentes, analizar lo que comparten tus seguidoras o entender por qué una publicación conecta y otra pasa desapercibida.

Algunas acciones concretas que puedes llevar a cabo: 

  • Lee con atención los comentarios, menciones y mensajes que recibes.
  • Haz encuestas o preguntas abiertas a tu comunidad para implicarla.
  • Observa cómo se comunica tu sector y qué vacíos puedes cubrir.
  • Recoge expresiones o ideas de tu público para integrarlas en tus contenidos (sin apropiarte, sino dialogando).

3. Planifica antes de improvisar (sí, incluso por WhatsApp)

Muchos errores de comunicación ocurren por pensar que todo el mundo entiende de lo que estamos hablando. Spoiler: los malos entendidos por WhatsApp también se aplican a las campañas millonarias que han tenido que retirarse por no pensar bien en "qué puede percibir la persona que va a leer esto detrás de la pantalla".

Una mini guía útil:

  • ¿Cuál es el mensaje principal?

  • ¿Qué contexto necesita quien lo recibe?

  • ¿Qué acción espero? (responder, leer, asistir, compartir...)

  • ¿Cuándo y por qué es importante?

4. Cuida el cómo, no solo el qué

En redes sociales, en campañas o incluso en una reunión de equipo, el tono, el lenguaje y el formato importan tanto como el contenido.

Una misma idea puede generar rechazo o adhesión dependiendo de cómo la formulas.

Algunos consejos básicos:

  • Usa lenguaje claro y directo. Evita tecnicismos innecesarios.

  • Cuida el tono: empático, cercano y respetuoso.

  • Adapta el canal al mensaje: no es lo mismo una publicación de TikTok que un mensaje por el grupo de Telegram de tu equipo.

  • Piensa en píldoras de vídeo o imágenes: una buen contenido que capte la atención desde el primer momento vale más que 20 líneas de texto.

5. Evalúa, adapta y aprende

La comunicación no es lineal ni perfecta a la primera. Por eso, lanza tus publicaciones con el mejor contenido y copy posible, observa cómo funciona, analiza las métricas que ha conseguido y realiza los ajustes necesarios para seguir mejorando tu impacto. 

Pregúntate: 

  • ¿Funcionó el mensaje como esperábamos?
  • ¿Lo entendieron bien? 
  • ¿Lo compartieron? 
  • ¿Llegó a quien debía llegar?

La comunicación no se trata solo de tener algo importante que decir, sino de saber cómo decirlo. Si no queremos pasar desapercibidas, necesitamos trabajar la comunicación como una parte esencial de nuestra estrategia, no como un añadido. Porque en un mundo saturado de mensajes, conectar es una tarea que requiere intención, práctica y, sobre todo, conciencia de que cada palabra que compartimos puede ser una puerta abierta… o una oportunidad perdida.

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Consorcio Andaluz de Impulso Social, Pilar Lopez 18 de junio de 2025
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