Comunicación que cuida: Clave para transformar conflictos en productividad

Queremos que conozcas como las herramientas conversacionales y del cuidado de saber conectar y comunicar pueden ser herramientas clave para mejorar el ambiente laboral de tu equipo

Todo equipo pasa por momentos de tensión y estrés que pueden llevar a un conflicto. Estas situaciones no son una excepción, sino una parte de la vida compartida. En este artículo, vamos a definir como el destino de esos momentos no es el conflicto en sí, sino la calidad de la comunicación que se realice, y desde donde se realiza esa comunicación. En el contexto del grupo cooperativo CAIS, donde el trabajo en red es una premisa diaria, donde la escucha se trabaja como elemento formativo indispensable del equipo y donde el acompañamiento son parte del ADN organizacional, queremos, una vez más cultivar las habilidades comunicativas profundas para que se vuelvan una herramienta de cuidado mutuo, cohesión y productividad dentro del equipo de trabajo. Para este trabajo de puesta en valor del lenguaje como herramienta de gestión de conflictos te presentamos tres enfoques de tres autores: Marshal Rosenberg, Javier Etxebarría y Otto Schamer. 

La comunicación no violenta: un lenguaje para la vida

Marshall Rosenberg, psicólogo y mediador, propone un enfoque radicalmente humano de la comunicación. A través de su modelo de Comunicación No Violenta (CNV), nos invita a ir más allá del juicio y la acusación para conectar con lo que realmente importa: nuestras necesidades. Rosenberg plantea que detrás de todo conflicto hay necesidades no satisfechas que buscan expresión.

Cuando en un equipo aprendemos a hablar desde la observación, los sentimientos, las necesidades y las peticiones —las cuatro fases que hay en la metodología de la CNV—, dejamos de ver a la otra persona como un obstáculo y comenzamos a verla como personas aliadas en la construcción de soluciones. Esta práctica no solo desactiva tensiones, sino que abre un espacio para un nuevo entendimiento de la situación. 

La Ontología del lenguaje: ser en la palabra

Desde otro ángulo, el filósofo Javier Echeverría introduce el concepto de ontología, una fusión entre “ontología” (el ser) y “logos” (la palabra). En esta mirada, no somos simplemente seres que usan el lenguaje: somos seres que ocurren en el lenguaje. La manera en que hablamos crea realidades, y por tanto, también equipos, vínculos y futuros.

Aplicar esta visión en la vida cotidiana del trabajo en red implica asumir que las palabras que elegimos —y cómo las pronunciamos— modelan los climas afectivos, los procesos y los resultados. En contextos de conflicto, la ontología nos recuerda que no solo estamos resolviendo algo, sino que estamos construyendo algo con cada conversación.

La Teoría U: presencia para transformar

Otto Scharmer, autor de la Teoría U, propone un marco para liderar desde el futuro emergente. Su enfoque destaca que los cambios verdaderamente transformadores no se producen desde la reacción automática, sino desde la escucha profunda, la presencia plena y la conexión empática.

En un equipo, esto se traduce en aprender a “suspender” juicios, a dejar ir patrones defensivos, y a “dejar venir” nuevas posibilidades desde una consciencia colectiva. Scharmer afirma que cuando nos comunicamos desde esta presencia abierta, no solo resolvemos conflictos, sino que los convertimos en oportunidades de innovación y aprendizaje compartido.

Comunicación como base de productividad

Hablar de comunicación en el equipo no es un lujo emocional ni un anexo “blando” al trabajo técnico. Es, en realidad, una tecnología humana esencial. Los equipos que saben escucharse, hacerse preguntas poderosas, expresar necesidades sin dañar, y construir significado en conjunto, son equipos más eficaces, más creativos y más sostenibles.

Además, la buena comunicación genera confianza, reduce los tiempos de retrabajo, evita malentendidos y mejora la coordinación. En otras palabras: produce. Pero produce de otro modo, desde el cuidado, desde el reconocimiento de las diferencias y desde el deseo compartido de colaborar.

Cuidar la comunicación es cuidar la red

En CAIS, donde la colaboración entre organizaciones, proyectos y personas es el motor del cambio social, cuidar la comunicación es cuidar la red. Apostar por un lenguaje que conecta en lugar de dividir, por una escucha que transforma en lugar de defenderse, es una apuesta por el futuro que queremos construir.

En momentos de conflicto, tenemos la opción de elegir cómo hablarnos. Y esa elección puede ser la diferencia entre un equipo que se fragmenta y uno que florece.

Con la comprensión de estos tres autores y con formaciones relacionadas, como las que se ponen al servicio de forma abierta desde CAIS, sin duda, se puede desarrollar el terreno de la comunicación respetuosa, sin generación de daño, con el equipo.


Consorcio Andaluz de Impulso Social, Isabel Porras 13 de abril de 2025
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