La educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego.
Acompañamiento y formación de facilitadores
El acompañamiento y la formación de facilitadores son claves para crear espacios de aprendizaje donde las personas puedan desarrollarse de forma efectiva y significativa. No se trata solo de seguir una metodología, sino de diseñar experiencias que se adapten a las necesidades del grupo, permitiendo que cada individuo se sienta escuchado y apoyado. Para lograr esto, la flexibilidad, la escucha activa y la apertura a lo emergente son esenciales.
Diseño de espacios de aprendizaje personalizados
Cada grupo tiene sus propias características, motivaciones y formas de aprender. Los facilitadores deben diseñar espacios de aprendizaje a medida, no solo en términos de contenido, sino también en cuanto a la dinámica del grupo. Crear un ambiente de confianza y apertura, donde se valore la interacción, la reflexión y la experimentación es fundamental para que los participantes puedan explorar y aprender de manera efectiva. La flexibilidad en el diseño de estos espacios es crucial para poder adaptarse a lo que surge en el momento.
Escucha activa
Una escucha activa constante permite al facilitador comprender las necesidades emocionales, sociales y cognitivas del grupo, ajustando su enfoque según lo que vaya emergiendo. Esta capacidad de adaptación es clave en el acompañamiento. Los facilitadores deben estar preparados para cambiar de dirección cuando sea necesario, promoviendo la participación, la colaboración y la confianza en el proceso. La flexibilidad no solo se refiere al contenido, sino también al enfoque y a la manera en que se acompaña al grupo.
La apertura a lo emergente
En los procesos de aprendizaje, la apertura a lo emergente es un principio clave. Los facilitadores no deben aferrarse a un guion preestablecido, sino estar dispuestos a ajustar su enfoque en función de lo que surja. La flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes del grupo y a las nuevas ideas que puedan emerger permite que el proceso de aprendizaje sea fluido y adaptativo, lo que favorece una mayor creatividad, participación e impacto.
Facilitadores para el Cambio
El acompañamiento y la formación de facilitadores son fundamentales para cualquier proceso de desarrollo y aprendizaje. La capacidad de crear espacios de aprendizaje que se adapten a las personas, donde la escucha activa, la flexibilidad y la apertura a lo que surja sean elementos centrales, es lo que garantiza un impacto real y sostenible. Los facilitadores que logran establecer estas condiciones no solo transmiten conocimientos, sino que crean entornos de aprendizaje dinámicos y enriquecedores para todos los involucrados.
A lo largo de nuestra experiencia acompañando equipos y grupos en su desarrollo, hemos aprendido que el verdadero desafío radica en diseñar y mantener espacios en los que las personas se sientan libres para aprender, experimentar y evolucionar. La formación de facilitadores es un proceso continuo que demanda tanto habilidades técnicas como humanas, y tiene el poder de transformar el aprendizaje en una experiencia verdaderamente significativa.
Recientemente, en CAIS, hemos concluido un proceso de acompañamiento con un grupo de profesionales de UNEI, cuyo objetivo ha sido desarrollar competencias para la facilitación de espacios de desarrollo y aprendizaje. Durante el programa, participaron personas de diferentes áreas de trabajo, quienes tuvieron la oportunidad de experimentar en primera persona diversas técnicas y enfoques para acompañar procesos de desarrollo personal y grupal. Este acompañamiento se llevó a cabo a través de talleres intensivos, sesiones grupales en línea y encuentros individuales, proporcionando una experiencia integral y transformadora para cada uno de los participantes.